jueves, 7 de noviembre de 2013

«Semper eadem»

«¿De dónde viene, decías, esta tristeza extraña
que sube como el mar sobre la roca oscura y desnuda?»
—Cuando nuestro corazón ha hecho una vez su vendimia,
el vivir nos lastima. Es un secreto de todos conocido.

Es un dolor muy simple y nada misterioso,
y, como tu alegría, brillante para todos.
Deja, pues, de buscar, ¡oh belleza curiosa!,
y, aunque tu voz sea dulce, ¡cállate!

¡Cállate, ignorante!, ¡alma siempre enajenada!,
¡boca de risa infantil! Más aun que la Vida,
la Muerte a menudo nos ase con sutiles lazos.

Deja, deja que mi corazón se embriague con una mentira,
que se sumerja en tus bellos ojos como un bello sueño,
y que dormite largo tiempo a la sombra de tus pestañas.

(«Semper eadem» - Siempre la misma de Charles Baudelaire)



Últimamente he estado leyendo "Las flores del mal" y este poema me gustó especialmente.

 

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